viernes, 10 de junio de 2016
Surgimiento de la administración estratégica
Para ser eficientes y eficaces los administradores requieren de buenas estrategias, sin embargo es desde 1962 que se le da la importancia real a la estrategia como teoría clave en el éxito de una empresa.
Es bien sabido para nosotros los futuros administradores, que esta ciencia y arte, es el proceso que consiste en las actividades de planeación, organización, dirección y control para alcanzar los objetivos establecidos utilizando para ellos recursos económicos, humanos, materiales y técnicos a través de herramientas y técnicas sistematizadas o en otras palabras más adecuadas es el “proceso de diseñar y mantener un medio ambiente en el cual los individuos que trabajan juntos en grupos, logren eficientemente los objetivos seleccionados”, según como lo señala Koontz y Weihrich (1.995).
Por lo que autores como Chandler intentaron definir estrategia como “la determinación de los objetivos y planes a largo plazo, las acciones a emprender y la asignación de los recursos necesarios para lograr esto”, mientras que Certo S. señaló que “Es el proceso que se sigue para asegurar de que una organización posea estrategia organizacional y se beneficie de su uso”.
Hay autores como Peter Drucker, quienes señalan que el gerente debe ser evaluado bajo las premisas de la eficacia y la eficiencia. Eficacia para hacer las cosas correctas y eficiencia para hacerlas correctamente, pero dándole más importancia a la efectividad.
De aquí salen otros aspectos que se toman en cuenta en el proceso de planeación en el que se deben establecer metas correctas y luego escoger los medios correctos para alcanzar las metas, estos aspectos son vitales para el proceso administrativo.
Para el fin de una actividad u objetivo es necesario establecer metas claras, especificas, medibles, con fechas realistas y alcanzables ya que las metas nos un sentido de dirección, no tener una meta implica confusión, no existe una motivación para alcanzar objetivos por muy pequeños que sean. Además las metas nos permiten enfocar cada uno de nuestros esfuerzos, no existe la dispersión de utilizar herramientas o recursos innecesarios, sino que establece prioridades. Tener una meta es una guía para nuestros planes y decisiones y ayudaran a elegir y a tomar la mejor elección en situaciones clave ya que se simplifican las preguntas y todas deben rondar hacía la meta.
Por último, una meta es el proceso más claro para evaluar y medir el progreso de una persona u organización. Una meta meta claramente establecida, medible y con una fecha específica, fácilmente se convierte en un estándar de desempeño que permite a los individuos, al igual que a los administradores, evaluar sus progresos.
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